Se conmemoran Centenarios históricos en este 2021. Principalmente la toma de Tenochtitlan, en la que sería Nueva España. Pero hubo otras conquistas españolas. La de las Leyes, con precursores de los llamados hoy Derechos Humanos, como Francisco de Victoria y las Leyes nuevas de 1542 para la gobernación de las Indias. Y antes las Leyes de Burgos de 1512 y las disposiciones del ya emperador Carlos V a partir de la fundamental de 1525. ¿Qué otro monarca sometió a controversia sus decisiones, como hizo Carlos respecto al Nuevo Mundo? La Leyenda Negra tuvo su origen en el poder de Carlos, su enorme personalidad, y la envidia de Inglaterra, los Países Bajos y Francia. Luego la alimentó el descuido de Felipe II con su secretario Antonio Pérez y los enredos de ambos con la Princesa de Éboli. Pero hay otras conquistas. La poética, mística y espiritual de Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, olvidados hasta por la pervertida Roma de Francisco. Una línea de Teresa y un verso de Juan valen todos los Planetas. Digo el premio literario, que a golpe de chequera fomenta la mediocridad, y no digo que eso sea ni malo ni bueno sino todo lo contrario, porque los guiones y las series venden. Y es lo que importa.
El 15 de octubre se conmemora el día de Teresa de Jesús. Francisco nada dijo en su Centenario, en 2015. Debería recordar que es doctora de la Iglesia que él, infaustamente, preside.
¡Buenas! Aquí va un link a la última reseña publicada sobre el artículo de Amador García-Carrasco CULTURA Y DERECHO, realizada por Rosa María García Sanz para la Revista de Derecho de la Cultura. Podéis encontrarlo en el Tomo VI de la colección de Fundamentos de conocimiento jurídico de la editorial Dykinson: Concepciones sistemáticas y visiones literarias del Derecho.
Aquí os dejo algunas colaboraciones en revistas con relatos y poemas y reseñas sobre El funcionario del emperador y Cuelgamuros ¡Esperamos que sean muchas más! Y que las disfrutéis, por supuesto.
<<El otro lado>> existe. Esta no es una obra de ficción. Yo la transcribo tal y como sucedió… y sigue en marcha. En <<el otro lado>> hay seres que están en los cuentos y las historias mágicas que los escritores no se inventan, las sueñan, como Laura, y por eso todas se parecen.
Ésta empezó cuando Álex, el pequeño de los cuatro hermanos, encontró una puerta de entrada al <<País de los Asombros>>, y así comenzó, con un pequeño paso, la más grande aventura que se pueda vivir.
Después de volar en el Pájaro Soñador, de escribir en Pizarras de la Verdad, de asistira a luchas y encuentros asombrosos, de aprender y desaprender, los guías revelan a Laura, Alfonso, Anita y Álex su auténtica misión: Luzbel quiere apoderarse del mundo, que es un reflejo de otros miles de ellos en el universo, y hay que combatirle no por la fuerza ni por la inteligencia o la habilidad (porque Luzbel es casi perfecto), sino por la fuerza del Bien. Por la inocencia y el amor. Y eso es muy complicado.
En el País delos Asombros, al otro lado de este mundo, ni el tiempo ni el espacio cuentan igual que en éste. Por eso conocen gente y hechos de hace miles de años, y criaturas extinguidas aparentemente, pero que viven de verdad. ¿Podrán ayudarles a vencer el mal? ¿O serán sus enemigos?
Para saberlo tendrás que venir a <<el otro lado>>. No tengas miedo, seguro que te gustará.
Esta no es una novela histórica al uso. En realidad, no es una novela al uso, en términos generales, ya que está elaborada con un lenguaje y estilo diferentes al habitual, situándola en un paisaje creativo propio y aderezándola con poesía, lo que la convierte en pecadora y rechazable por las editoriales convencionales. Sin embargo, en los tiempos reales o ficticios en que que sucede lo que aquí se cuenta, hacer poemas y disfrutarlos se consideraba parte esencial de la vida culta, o sea, de la vida.
Aunque la novela utiliza en su provecho la riquísima iconografía de la antigua China y su mitología, lo hace ucrónicamente, sin situar a nadie ni nada de manera exacta en el tiempo, empleando términos y nombres con la licencia del imaginador, de modo que las faltas que contiene son literarias y no académicas. También usa términos no orientales no chinos y otros mitos y ritos.
Infancia de Li Tao y de su hermana Xi
Disponible en e-book y en formato físico en
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Adalid alza su voz, como hicieron hace doscientos años los liberales de la Isla del León, para votar por la libertad de expresión. Un gobierno, si no intruso, sí felón, está levantando un muro, como el que el día de hoy, 9 de noviembre, comenzó a derribarse entre las dos Alemanias, ese llamado Muro de la vergüenza. En 1989 se derribó, después de unos decenios de horror, secuela del stalinismo que algunos ignorantes o malvados aún admiran. En los tiempos de la Guerra de la Independencia, cuando el infame Corso aún era dueño de Europa, los patriotas españoles promulgaron esa ley, que defendía el libre pensamiento, uno de los pilares que constituyó en 1948 la Declaración universal de los Derechos Humanos. Los que tenemos por ser humanos, no por concesión gratuita o pactada. Pues bien, en el manifiesto de ‘los persas’ que se entregó a Fernando VII en mayo de 1814, ya se profería el grito infernal de ‘Vivan las caenas’, cadenas que como el bozal y el látigo se regalaba al absolutista felón para dominar España. Y así fue. Ahora, noviembre de 2020, sucede lo mismo. Un gobierno instaura la nueva Inquisición y fomenta la censura. Tal cual. ¿Es posible que esta masa de esclavos no se percate de que nos están vendiendo en subasta pública al postor cuyo plan es derribar el edificio de nuestros derechos?
Hola. Soy Marina Rivera Campos, lectora e ilustradora de este libro.
Después de un arduo trabajo que todo escritor conoce al lidiar con las musas, en ADALID tenemos el honor de presentaros el libro ‘El Funcionario del Emperador’, con ilustraciones originales.
Amor, pasión, guerras, codicia por el poder, lo prohibido, la vida, la muerte y la búsqueda de la inmortalidad son varios de los conceptos que se desarrollan bajo un contexto ficticio en la Antigua China, y cuya historia evoluciona acompasada de versos que añaden belleza, filosofía, y reflexión a la novela e ilustraciones que ayudan al lector a dejar volar su imaginación.
En tiempos en los que las editoriales son algo duras de pelar, y el mundo se ha visto sacudido por una situación muy peliaguda, esta obra ha sobrevivido a las circunstancias más rocambolescas y ahora está disponible en AMAZON, en formato e-book y tapa blanda.
Ayer día 29 de junio de 2020 tuvimos una sesión virtual sobre la cultura del fuego, ese elemento que nos quema o nos enfría, según la distancia. El fuego nunca es secundario en la vida, y tal vez sea el origen de su destrucción, como anuncian los distintos apocalipsis que proliferan en la memoria de los tiempos. Para la astrología el sol es fundamental, y yo creo que lo es como planeta, a estos efectos astrales, y también como magia del calor y de la vida. Un cometa es más luz que fuego, y un ser humano es más llama que individuo, como decía el bueno de Nietzsche en el origen de la tragedia. El fuego es imparable e imbatible, pero su destrucción es generadora de vida. De otra vida, que comienza cuando ha fecundado con sus cenizas la tierra. Prometeo fue un buen ladrón, y por eso recibió la justicia divina, que exige el permiso, la licencia para utilizar las espadas del bien. Un ángel custodia el Paraíso, pero no se sabe si para que no entre o no salga nadie, por si se lleva el fuego, que es el origen de la conciencia y los fotones de la galaxia. La fragua alimenta los hierros que construyen y forman, Vulcano, el cojo cornudo, lolleva bien, porque siempre tienen trabajo, como el mensajero de los cotilleos, Hermes, con sus alitas de calcañar. Llega el verano, los solsticios cargados de sudor, el aire de hogueras, y todo el mundo se pone a beber en frío y a soltar las carnes bajo camisolas de algodón MV blvck, que son el último grito. Ya no hay caceroladas y quedan pocas banderas, la religión se aletarga y las pociones se mezclan con hielo y agua limón, el muérdago y las plantas celtas del tiempo, que se siegan a hoz diminuta, estilo Obelix. Por las antenas de los nuevos telescopios se cuelan los mirlos blancos de la Vía Láctea, chorros de horchata, y regresa la AEAT con sus misiles del 30 de junio, la gran fiesta del expolio. Que el Sol nos pille confesados.
AMATOR PENSATIVUS MIRANDO CÓMO LLEGA EL DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA Y TODO EL MUNDO SABE CÓMO HA SIDO MENOS ÉL Y BÉCQUER.
GUANTES Y MASCARILLAS
I
Hace un tiempo… como decían
los cuentos, en que hoy empezaba la primavera.
Ahora comienza
cuando dicen los técnicos.
Rimas internas en asonante
corazón de metal, tic y tac, pulso eléctrico.
Hace ya años que se acabó el mundo,
no hay más que repasar la historia
y las pelis y las agendas, calendarios y profecías.
Milenios, plagas, 2012, virus letales, guerras.
Hoy no sé qué comienza, salvo el día,
y lo dijo Don Claudio, no Albornoz, que nunca quiso
alancear republicanos muertos. No, es Rodríguez:
‘Estás vivo: enhorabuena’.
Y todos citan a Benedetti,
benedito sea, la mitad de ls citas
son a ciegas, por fake de iternet,
esa red falsaria que construye tesis.
Aparte de eso, un buen vaho sacude la ciudad profanada
y los ritmos despiertan con letargo
aunque es primavera. Que ¡ha venido!
Aquí una muestra de la vida copiada al espejo
que Borges odia porque multiplica el número de los vivos.
¿Podría decir que eso es también abominable?
Postureo de genio, acariciando tigres diminutos.
Cachorros confinados en la trinchera de tu mirada,
esperando la vida.
II
COMIDA A DOMICILIO
Y todos hacen un poema, eso creen, bendita faena,
tan sencilla como morirse,
inevitable, un destino surreal, edulcorado, pseudomístico,
telecinqueño, tallerino, a elegir
valen rimas bochornosas
o los falsos sonetos sin rima
o dar consejos, qué latazo de mensajes,
Hermes atribulado,
al que hiere de lejos le duelen los pies
de tanto correr en busca de la inspiración
que sestea en las series de la tele, veneno
lento.
Pasea tu perro, tienes permiso,
gañán urbano, confecciona tú, poeta
otros versos con azúcar
como los churros antiguos,
y un cafelito desnatado y sin lactosa ni cafeína
para entrar limpio y aburrido en el sueño.
Hoy, día de la poesía, hasta la rima mata,
santo bebedor, fusta de plata
al flanco robusto del unicornio
que no es un potro, es un demonio.
Cierra las puertas, que el taumaturgo
está en el cielo y no en el burgo.
Los constructores de catedrales
pobres, no estaban en sus cabales.
Ya no hay milagros, porque Francisco
el Vaticano tiene hecho un cisco.
Hoy haré de todo, menos un poema, porque lo mande el día,
mejor celebraré, si sobrevivo, el no cumpleaños de Alicia,
un poema cada día, menos hoy, hoy también, es igual,
rosas rojas para ti, para todos, y si no, rosas blancas o amarillas,
hoy es el día que antecede al mañana para muchos,
el día que ayer no vieron otros. El día que espera el día de mañana.
Pero si me escribes uno, en el envés del miedo,
pondré cada palabra a madurar como un tomate.
III
UN DIVERTIMENTO
ALGORITMOS Y POEMAS
En la métrica todos saben que las mayúsculas algorítmicas indican rima consonante y las minúsculas, asonante. Y las variaciones, pues las diferentes maneras de construir un poema rimado. (Absténganse Millás y demás maestros, esto no es una clase de escritura).
Esos indicadores parecen balbuceos: ABAB, AAAA en el monorrimo, -a-a que es, por ejemplo, un romance. Éste que habla de un servidor, en una de sus veleidades sin destino (Queso en porciones, que os atraganto):
Un día en que la fortuna
se disfrazó de Madonna
renacentista y hortera
como un cocido sin sopa,
se le ocurrió de repente
una singladura loca,
y a nadie le sorprendió
sin embargo, la tal cosa,
pues muchos ya le llamaban
‘el zumbado de las olas’,
porque se iba y venía
con peregrinas historias,
a cuál más descabellada
pues sin cabello se toca,
como dicen que su pelo
se lo tomaron y toman.
Rimillas en asonante en los versos pares, octosílabos, vocales o y a. Puede variar, claro, como en estos romancillos luneros:
Te vas a caer lunita
encimita de la casa…
Te vas a caer, lunita:
lo veo yo por mi ventana.
La noche te está mirando
con sus ojos de gitana,
y teme al verte tan cerca
que la roces con tu panza.
A mí también me das miedo
al mirarte así tumbada
con el perfil recostado
como si fuera una cara.
Y sabiendo que me miras
me arrebujo en la almohada,
porque ya no siento miedo,
me da pena que te vayas.
Aquí se ha optado por la -a -a como en la nana, que vendría a cuento. Y con algún defectillo para la corrección de taller, como las consonantes. El poeta no negocia en determinados casos, ni presenta a concursos sus imperfecciones, para deleite del crítico.
Veremos un ejemplo de arte mayor, en mi soneto del gato, que se llama Rayo, por cierto. Y es así, curioso, asomado al mundo desde un inverosímil ángulo de perspectiva:
HUELLAS DE ARTISTA EN EL SILENCIO
Un dibujo desdice a otro dibujo
en los ojos del gato, ese felino
que es un tigre con talla de minino
paseando la casa con su embrujo.
Todo el mundo sabe que es un brujo,
que conoce cuál es nuestro destino,
y que a veces nos mira con un fino,
altivo menosprecio, como un lujo.
De superior estirpe es su equipaje
parece indicarnos, desdeñoso,
mientras estira sus zarpas o bosteza.
‘Compara con el tuyo mi bagaje’,
insiste impertérrito y ocioso
y no sabemos si dormita o reza.
Un perfecto ABBA ABBA en los cuartetos, que arañan suavemente, y el juguetón
CDE CDE en los tercetos, por donde rueda la bola de una ruleta francesa, como oís, con licencias obvias omitiendo sinalefa, que me encantan para fastidiar la ortodoxia.
Pues bien, el día mundial de la poesía, vaya, nos trae un algoritmo matemático, nada que ver con esas estadísticas tan mentirosas como las de quienes nos las trasladan, con motivo de la crisis sanitaria. Esta vez va en serio:
No hay ningún algoritmo que dé respuesta creativa a otros algoritmos, o mejor, no puede existir.
A mí, dueño del blog, me gusta disentir y asentir, una aparente ‘contradictio in terminis’ que no lo es en realidad. O al menos no tan clara como lo del ‘Pensamiento navarro’ que humorizó el polígrafo.
Pero cuando hago endecasílabos sin rima no los llamo sonetos. Lo que sí hago es cambiar los tercetos, porque a esas bajuras ya está mi inspiración trastornada. Este es un soneto dedicado a mi abuelo, que se aliviaba la acidez con bicarbonato sódico a puñaos:
ARDOR.
(Intento de soneto al reflujo esofágico).
De las pelotas ácido jodido
turiferario hipócrita y viscoso
clorhídrico infernal y proceloso
que cohabitas mi esófago ofendido.
Reflujo con que hostigas mi sentido,
un compadre nocturno que reboso,
volcánico, astado y quejumbroso
gran dislate de fuego carcomido.
¡Cuánto daría yo por apagarte,
envuelto en su lisura y abandonos
mi pobre aparato digestivo!
Y me ordenan los médicos calmarte
sin comer ni beber, porque es lesivo
no poder renunciar a los Piononos.
Lo de los Piononos granaínos era inevitable. Lo saco mucho, últimamente en mi novela APOCALIPSIS, escrita antes del neovirusletal de marras, el Corinavirus, perdón, el coronavirus. Y es que la tierra de los antepasados tira mucho, ay de mi Alhama.
Aquí veis que los cuartetos siguen los del gato, y los tercetos juegan al despiste, pero valen. Incluso cuando los dos últimos versos riman entre sí. Por cierto, se me están olvidando los nombrecitos de las ‘figuras literarias’, como esa de los términos contrarios. El algoritmo, digo, en esos tercetos, es CDE CED, para reforzar lo de piononos. Los versos muchas veces son intercambiables, lo que indica, sin que sirva de precedente, la ligereza del secreto en esto de la preceptiva literaria.
Urceloy, gran poeta, dice que yo soy muy libre, pero mucho. Por ejemplo, éste en el que apelo a Apolo con mi propio símil, que está recordando más al doctor Rodríguez de la Fuente, DEP, que a Ovidio, RIP:
¿Es de un águila ese grito
que viene desde lejos hiriendo?
¿Es Apolo y una cinta de Dafne
cubriendo los montes oscuros?
No es el grito del águila ni la flecha
porque ambos se encuentran y enmudecen.
Soy yo que te sueño y llamo
por su nombre opaco a la ausencia de ti.
Se me ve el plumero: me encanta el nacimiento de la filosofía, la flecha y la lira, el mito, única forma de verdad, lo otro es periodismo, fanatizó Borges mi amado postureador. Pero -Terencio dixit- ‘Sic sum si placeo utere’. Soy así, si te gusta dispón.
Igual que el poema. No hay reglas para la poética. Sí para el oficio de poeta, inspiración y trabajo. La regla para la felicidad es no tener reglas para la felicidad -aforismo mádico número 666- pero sí hay medios eficientes. Todos ellos pasan por la lejanía de los comités.
El primero y fundamental es la lectura seleccionada. No todo vale. Las bibliotecas podrían reducirse, aproximadamente, en un 99 por ciento. ¿Y quién selecciona o nos selecciona la lectura?
Sigamos un algoritmo: NLP
Nunca leer premios, eso desconcierta. Es una derivación espontánea de la PNL, la programación neurolingüística. Son algo más que siglas, ojo al parche. Reglas nemotécnicas algorítmicas o cedazos de la parva, que separa trigo de lo otro. Si lees premios, ya siempre lo harás, es otro virus sin vacuna. Puedes pasarlo muy bien, porque los premios siempre son marketing, comercio, masa, pero no selección. Incluyendo los míos, que tengo alguno. Ya me gustarías tener más, pero no compito apenas, me gano la vida honradamente.
Segundo algoritmo CLC circunstancialmente lee lo que te digan en el colegio. No precisa de mayores glosas, sólo un poco de suerte. Los maestros suelen acertar, siempre que no sean fanáticos o ideólogos. Mejor Rodari que Montessori, y viva el Renacimiento.
Tercero: LLL Levanta los ojos del libro. Si te hace pensar, o emociona, o irrita, incluso si te aburre. Eso sirve para todos, incluso los de texto, los de programas oficiales, ja,ja,ja.
Así que VAC, vete a los clásicos. No sólo a los súper súper, que siempre son los mejores, de Homero a Cervantes pasando por Tolstoi, Dostoyevski, y otros rusos, los franceses que admiraron los rusos y los ingleses que admiraron los franceses, hasta los alemanes, que ya es decir incluso Goethe y Hegel el indigesto y nuestro Siglo de Oro, o cualquier siglo donde haya Erasmos y Quevedos. También a los simplemente buenos. Como Joyce, Chandler, Carver, y no dejes de leer teatro, el inglés, el francés, el alemán, el español y poesía. De Ovidio y Horacio pasando por Catulo hasta Claudio y Aleixandre, Whitman y Keats. Como ves, esto es todo menos una lista. Si quieres consultar el canon de Harold Bloom, pues adelante, lo primero será empacharte con el gran Shakespeare, pero léelo despacio, y LLL, y ya ves cómo ni te hablo de los hispanoamericanos, porque son todos buenos y cansinos, no Cansinos Assens, que fue sevillano, sino pedagogos, descriptivos, psicologistas, imagineros, y admirables. Navokov hizo otro canon, y puso a parir al genial Dostoyevski. De los de ahora no hablo, ya los conoce todo el mundo, el nombre digo. Y han cundido listas para dar y tomar, así que cada cual elija.
Cosas de las listas. Eso de las listas es muy político. Mira este ejemplillo mío parcial, escrito para cualesquiera elecciones, gran sustantivo adjetivado. Un difícil romance, con asonantes en -i-e, que se las trae:
Para eso, los Partidos
de la mano de su líder
ha fabricado unas listas
que son como los aljibes
de las ciudades antiguas:
bien cerradas y proclives
al culto más bien pagano
de quien de ellas se sirve.
Los candidatos-esclavos
de las consignas que dicten
para ellos sus Partidos
luchan como meretrices
tirándose de los pelos
y vendiendo hasta sus chinches
y así tocar el poder
a toda costa consiguen.
El pueblo en masa ha votado
muy contento porque dicen
los gurús desde la tele
que el que vota es porque existe
y así cada cierto tiempo
vamos todos, voto en ristre
a meter en la ranura
de la jaula su alpiste.
Dar de comer a los pájaros
no está bien que se olvide,
al fin y al cabo, no es mucho
trabajo el que nos asiste:
cada cuatro años convocan
a sus mesnadas los líderes
y nos ponemos muy serios
sin saber que ellos deciden.
Porque antes de votar
han barrido de las lindes
de su cerebro el criterio
y como si fuera pringue
han pegado a sus neuronas
las ideas que les brinden
el éxito. Viejos trucos
de publicidad sub límine.
Una vez hecho el recuento
comienza otro juego simple:
el de cambiarse los cromos
para ver si se consigue
montar un álbum completo
que dé el pego, aunque se arrime
al más feo si llega el caso
por dar a otro matarile.
….
sin que falten los acuerdos
contra natura que dicen.
Veremos cómo termina
el negociado de chismes
que de todo se habla ahora
y más con los nuevos líderes,
inflados como balones
aunque sean alevines,
que el éxito no convierte
al soberbio en hombre humilde.
Y es que la edad no perdona:
la madurez se consigue
con sosiego y experiencia
y aunque muy bien cocines,
la carne cruda precisa
-salvo en el tártaro stike-
una sartén calentita,
buen aceite y mano firme
no sea que al darle la vuelta
la proteína se agite.
Este -i-e,-i-e, parece un lamento, ieieieie, y viene muy al caso, creo yo, como agujón al borrico. Listas, pues, las menos, dejémoslas a ellos, -e-o, -e-o. eoeoeo.
El talento, sin embargo, tiene numerus clausus. Que se lo digan a J.K.Toole y su ‘Conjura de los necios’.
Luego viene la práctica, con humor y amor. El listado de genios es corto, pero tiene que hacerlo cada uno.
No hay definición para la poesía. Tampoco para el algoritmo. Y las dos cosas existen, de veras. No son entes de ficción como la honestidad política.
El algoritmo más sencillo es un diagrama, eso que empieza, por ejemplo, tienes tos, sí o no, si tienes tos, a la izda. tienes fiebre, derecha, etc.es decir conjunto de instrucciones o reglas que te llevan a uno u otro sitio Bueno, reglas definidas, no ambiguas, ordenadas, finitas como lonchas de jamón, para procesar u ordenar datos, y llegar a un estado final, y que te quedes en casa.
Ojo no son logaritmos, esos me suenan sólo. Los algoritmos simplifican y resuelven las multiplicaciones y divisiones, por ejemplo. Pasos lógicos para resolver.
Poesía es lo contrario, muchas veces. Pasos nada lógicos, incluso irreverentemente surrealistas. Pero no todo es oscuro y ofensivo en la poesía, dialógicamente.
Y los medios de expresión son también diferentes, evitan las ambigüedades, en el algoritmo y las provocan en la poesía, si se quiere. Un jardín desnudo en el silencio del volcán.
¿Se puede distinguir una poesía o poema malo de otro no tanto, o de alguno genial? Desde luego. Como se puede con una operación matemática, una redacción sintáctica o una gestión sanitaria. El método es el contra método: los efectos, la emoción. Claro que no es igual la emoción de André Gide que la de Sautier Casaseca, o la de Claudio Rodríguez o Nicanor Parra. Y, por seguir con mi amada farándula, de ‘La venganza de Don Mendo’ del claro Muñoz Seca a ‘Esperando a Godot’ del oscuro Beckett caben Los Álvarez Quintero y Tennesee Williams, y de Esquilo o Aristófanes a Jean Cocteau entran con más o menos calzador Priestley, la facilona genial Agatha y mi amigo Alonso Millán, QEPD, o Buero y Brecht, a quien se le atribuyen más citas fake que a Sócrates. O a Benedetti, últimamente con un malísimo ripio oportunista, que al parecer ha hecho furor. No podemos estar de acuerdo con todos los maestros, ni, por ejemplo, en teatro, al mismo tiempo con Stanislavski y Ayckbourn.
Los maestros de la escritura creativa enseñan a escribir, pero se quedan muy lejos de las máquinas asesinas de la inteligencia creativa, aunque a este paso van a sustituir su corazón poético por otro metálico, el robot. A eso están llamando nuevas tendencias, o reestructuración. Yo, que soy partidario del análisis en la transformación de los arquetipos, creo únicamente, como poesía, en la escritura automática como alternativa, nunca en las técnicas mecanicistas. Fíjense que cosas llegan a decirse: “La empresa Narrative Science provee de historias generadas automáticamente a medios como Forbes. Por su parte, ICON Group International INC, fundada por Phil Parker, ha publicado más de un millón de títulos generados por algoritmos”. ¿Os acordáis del mono tecleando la máquina de escribir? Pues eso. Lo virtual ya no es sólo la Playstation es la escritura, los sistemas de la vida. Y luego llega un bichito que se escapa del laboratorio y las sociedades tan imaginativas y creadoras no saben cómo pararlo. Hacen de todo, sonetos, por ejemplo.
Al final hemos visto que no solo van a tomarnos el pelo con el arte contemporáneo, y los artistas serán los nuevos falsarios, sino también con los escritores. Una buena máquina y sus algoritmos escribirán todo lo que Funes pueda recordar. “Google Poetics escribe poesía sobre asuntos que de verdad interesan a la gente”, reza el texto de presentación de esta web. Y, recochineos aparte, no le falta razón, pues el SEO (optimización en motores de búsqueda) se la da: los textos poéticos que publica se construyen a partir de las búsquedas que Google sugiere de forma automática a los usuarios. El gigante de Internet integra en su buscador una herramienta llamada Google Instant, que predice los términos que vamos a escribir en su cajón de texto y los autocompleta inmediatamente. Y otras de algoritmos y poesía”.
Palabrita del niño Jesús que yo acabo de descubrirlas, cuando mi intuición poética me soplaba al oído -spiritus ubi vult spirat- que seguro que esto ya estaba dicho por alguien. Me pasa mucho. Y efectivamente, esas citas son del blog de Ernesto Miranda, 30 noviembre 2013, pijamasurf, también tiene bemoles el nombrecito. Recientemente con terapiadirecta.com nos lleva al Matrix de la manipulación total covid-19.
Con respecto a la poesía, hoy día, algoritmos caseros, son capaces de minar automáticamente bases de datos, repositorios, bibliotecas, sitios de noticias, timelines o reportes de seguridad para crear haikús, poemas o canciones de rap. Cualquier ciudadano con acceso a Internet es capaz de generar, apropiar, remixear y compartir contenidos. El prosumer (contracción de producer y consumer), desafía el concepto hegemónico de autor que venimos acarreando desde por lo menos el siglo XIX”.
Antes había negros que te escribían. Hoy y mañana, buscadores. Francis Bacon era Shakespeare, y ya entonces había algoritmos creativos, según murmuraba el público. Lope y su el vulgo es necio y pues lo paga es justo hablarle en necio para darle gusto.
Me siento como Jung ante Dios: no necesito creer en la poesía, la conozco. La inquietud de Agustín, ‘feciste nos domine ad te…’, nuestro corazón sólo reposa cuando descansa en Ti, no en tu falso corazón metálico de algoritmos, que sí, también existen, pero no son. Borges y sus metáforas sobre la circunferencia, la esfera, el centro, todo. EL Tao y la quietud de Buda.
¡Qué curiosa relación con el confinamiento obligado por una sociedad absurda! Equilibrio, belleza y felicidad. Tú eliges. Si eliges la última, recuerda a Tolstoi: agua en una cesta de mimbre, que no queda cuando se va a buscarla.
El único título real que nos queda es, entonces, NADA. Como el NADIE de Polifemo con Odiseo. Yo no quiero ser lo que soy, un autómata que digiere. La disolución del autor o el bot está hecho de ovejas digeridas
Ya desde 1968 Barthes mató al autor, argumentando, en esencia, que la noción de autor debería de ser sustituida por la de escriba, puesto que el escritor sólo transmite o deletrea lo que reside allá, en el lenguaje puro; es una especie de canalizador autómata de lo que se halla en el inconsciente colectivo. Y es que esto de matar es muy creativo. Freud al padre, Edipo lo mismo, Hamlet al padrastro, y así.Así que digo, como último desremedio desesperanzado, falso Neruda:
Quiero tener esperanza, regresar a la caverna, dibujar el bisonte, beber el agua del manantial, vivir lo justo para que me sobrevivan los seres amados.Eso de que la poesía se escribe cuando ella quiere, pobre D. José Hierro, ya no es. Y tampoco es lo de Mallarmé,un golpe de dados nunca abolirá el azar, que, naturalmente, no dice lo que quiere decir, es un juego de palabras. Y se lo pasan a Einstein. Cómo gozará Gonzalo Ugidos en sus ‘Chiripas de la historia’(Esfera de los libros. Me divertí mucho con él, aunque Carmen F. de Blas no me edita).
Creo en eso de que las palabras atraviesan los conceptos y los recrean. Nunca podrá hacerlos una máquina, y por muy artesano que sea un pintor hiper realista, más lo será una máquina de fotos. Deformar y transformar puede embellecer o afear. El arte puede hacerlo. Las palabras ocultan o exhiben el pensamiento. Según la perspectiva.
Los algoritmos ABN del día mundial de la poesía son los basados en números, abiertos. y los OAOA son otros algoritmos para las operaciones aritméticas.
¿Veis cómo se parece a lo de ABBA?
Para los primeros se usan unas rejillas, tipo celditas, donde se van poniendo los números, organizados, y se realizan las operaciones. En poesía creativo-taller se hace lo mismo. Se organizan las palabras y se van mezclando sacadas de las celditas. Como un cadáver exquisito.
Yo prefiero los otros, los que son propios, más inventados, si se quiere. Me resulta fluido, nunca consulto diccionario, ni sinónimos ni gaitas. Queda peor pero más tuyo y como dice el rótulo de la calle Cervantes, en Madrid: ALTERA VANA, PROPIA MAGNA.
Y todo esto, en la situación que vivimos no es más que una pérdida de tiempo. Pero como ya no hay cielo, ni infierno, y nos han cerrado las catedrales, queda aceptar que nada hay bueno o mal, dependiendo de la forma en que se nos presente.
Por ejemplo, lo del coronavirus, que ni siquiera se llama así. Y en este otro de verso o en verso libre, también homenaje a mi gato, que no tiene sombra porque va más rápido. Otra rima interna de las que no gustan al big Urceloy y a mí me molan. Y al final, así al bies calderoniano, pero en arte meno, rarito: a–a:
Acabo de ver un reportaje fascinante en TV. Día 21 de agosto de 2017, a las 16 horas.
¡Al fin vamos a ser dioses, o mejor, Dios! Ya no necesitaremos la religión, ni las plegarias, ni la piedad, ya se terminará la odiosa imaginería que construyó catedrales y esculturas, el policromado, los Beatos, el miedo, la fe.
¡Nos tendremos a nosotros mismos, la humanidad científica, el nuevo y definitivo Dios!
Sí. Los físicos, finalmente, han captado la mirada del infinito, que se llama manipulación del ADN y de otra cosa similar, XN, o algo así, una novedad que les ha puesto contentísimos.
Los padres diseñarán a sus hijos, elegirán entre distintos patrones o incluso, si tienen capacidad económica -cómo no- para ello, podrán hacer niños a medida. No habrá enfermos, los dientes ahuyentarán las caries y todo el mundo tendrá tableta en vez de barriguita, y así…
Orwell, Huxley, toda esa caterva de iluminados queda obsoleta. Lo que previeron o imaginaron se hace realidad, pero exponencialmente.
Algo hablan también los teóricos de esta física teológica de que sus descubrimientos puede servir para curar o mejorar, pero lo dicen tan de soslayo que uno piensa, malignamente, que esos son requisitos para obtener dinero, subvenciones o inversiones. La meta final es más noble, qué digo, la insuperable nobleza, la divinidad, o eso que así se llamaba jocosamente, antes de que los agnósticos decidieran asumir ese rol impreciso y caduco.
Porque no se dan cuenta de que están interpretando el odioso papel que han venido rechazando, y que incluso violentan los cimientos de la divina evolución que les tiene tan fascinados. Comienza el juego, el juego de ser dioses, que un próximo futuro dividirá la especie entre seres perfectos, tal vez clones al estilo Matrix, y los otros, los seis de Huxley, las razas pervertidas de antes del toque maestro. ¿Y los políticos, y los banqueros, y los magnates, seguirán o no? Nada de esto se dice, pero como mi formación judeo cristiana me hace recordar, hay muchos escalones hasta llegar al trono del Altísimo, así que, siguiendo la pauta, habrá para todos.
Este complejo por ser inmortales y perfectos indica una vez más que nuestra especie, más allá de la inquietud de Agustín, está loca de remate. No es que, bendito de Hipona, nuestro corazón esté inquieto porque nos hizo el Señor para Él, sino porque queremos ser Él, en sus atributos más destacados, porque, claro, como gente de razón, hacemos listas. Un listado por importancia, desde la cúspide de la pirámide a su base manipulada y expoliada. Primero, la inmortalidad, y luego, a diseñar, a jugar, con el cuerpo, con la psique, con eso que algunos, erróneamente, llaman espíritu, y que ya no servirá para nada.
¿Y los impuestos? ¿De verdad habrá un mundo sin impuestos? ¿O buscaremos otros mundos para explotarles, haciéndoles siervos de la gleba o autónomos, habrá una casta de funcionarios y empleados, un grupo de comerciantes y mineros, qué se yo, e incluso farmacéuticos y médicos para los foráneos y residuales?
Y a los que vivimos más o menos precariamente, ¿nos van a dar ya el soma psico somático que nos vuelva felices? ¿Será la eternidad sólo para los elegidos?
Y cuando la vida quiera apagarse para surgir de nuevo, ¿qué camino recorrerá esa especie, ya tributaria de sí misma, una generación tras otra de dioses clónicos, que acabarán, supongo, guerreando como todos los mitológicos, que, a lo mejor, son un trasunto de los nuevos?
Lo que sí me costa es que habrá un Zeus, o un Yahvé, o un Alá, o un Dios, o sea, un mandamás. Tendrá oficinas en algún lugar de la nueva City, y una cohorte de esclavos, un ejército de ángeles o una pandilla de muhaidines con sus nuevos papeles de, quién sabe, proveerse de material explotable, como hace hoy la AEAT, y actuar castigando mediante el sistema de retroacción, o sea eliminar lo que se dio y convertir a los enemigos en réprobos del infierno.
¿Eliminará esto a los infernales fanáticos de hoy, que se sostienen en sus dioses sanguinarios y su corrupta mente para matar a los infieles? ¿O es que este plan es parte de ese fanatismo, más cruento y menos aparentemente sanguinario? ¡Cuánto se parece el objetivo de eliminar al que no responde a mi religión con hacer una nueva y homogénea! Cuánto se parece al plan antropomórfico de los falsos dioses.
A todos los que recibís esta noticia con alborozo, enhorabuena. Hay que vivir con ilusión. Pero recordad que, al fin y al cabo, seréis dioses menores o hijos de un dios menor.
Yo, entretanto, voy a tomar mi pastillita con el descafeinado, no vaya a darme la arritmia.
Desde algún lugar no conquistado de Las Galias divinas, un Obelix imperfecto dice eso de ‘Están locos estos… humanos’.
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